El pasado mes de diciembre de 2022 concluía el Life Fluvial, un proyecto que se puso en marcha en 2017 para mejorar el estado de conservación de los corredores fluviales atlánticos de España y Portugal pertenecientes a la Red Natura 2000. En la iniciativa participaron ocho socios: el Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio de la Universidad de Oviedo (Indurot), el Instituto de Biodiversidad Agraria y Desarrollo Rural de la Universidad de Santiago de Compostela (Ibader), la Empresa de Transformación Agraria Tragsa, el Instituto Superior de Agronomía de la Universidad de Lisboa, el Ayuntamiento de Ribadeo, la Asociación para el desarrollo del territorio interregional que se ubica en el entorno del Río Eo (InterEo), la Asociación de Desenvolvemento Rural Mariñas-Betanzos, que gestiona la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas-Terras do Mandeo, en la que se ubica el embalse de Cecebre; y Emalcsa, empresa que gestiona este embalse considerado Zona de Especial Conservación, de una extraordinaria riqueza ecológica y enclave fundamental para el abastecimiento de agua a A Coruña y su área metropolitana.
Cecebre, precisamente, fue una de las 9 zonas de actuación de este proyecto que contó con un presupuesto de 3.023.233 euros de los cuales Emalcsa gestionó 120.928 (el 60% de esta cantidad lo aportó el proyecto Life y el 40% restante la propia Emalcsa). La inversión realizada para desarrollar los trabajos de mejora y conservación del entorno del embalse fue de 219.762 euros.
Las tareas realizadas en Cecebre se encuadraron en la denominada Acción C5 del proyecto (Gestión sostenible de los bosques higrófilos – ZEC Encoro de Abegondo-Cecebre ES1110004) y dieron como resultado la mejora del estado de conservación de casi 9 hectáreas de bosque higrófilo del entorno del embalse. Emalcsa aportó el personal y medios para que se desarrollasen los trabajos; el Ibader y la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras de Mandeo prestaron asesoría científico-técnica para que éstos se realizasen de acuerdo a los condicionantes ambientales y socioenocómicos del territorio; y Tragsa, finalmente, se ocupó de la ejecución de los mismos.
Acciones desarrolladas en Cecebre en el marco del Life Fluvial
Las acciones desarrolladas fueron las siguientes:
- Eliminación y control de especies invasoras. Se eliminaron las especies exóticas invasoras que suponen una amenaza para la conservación del hábitat. Para ello se siguió el principio de cautela ambiental. Por este motivo no se emplearon métodos químicos y la eliminación de especies se hizo a pequeña escala y de manera manual. Sólo se utilizaron medios mecánicos en aquellos casos en los que, por el elevado peso de las especies a retirar, se hizo estrictamente necesario. Entre las especies objeto de actuación se encuentran desde herbáceas como el plumero de la pampa (Cortaderia selloana), el cartucho (Zantedeschia aethiopica) o la crocosmia (Crocosmia x crocosmiflora); especies arbustivas como la hortensia (Hydrangea spp), o la siempreviva (Helichrysum petiolare); arbóreas como el tamarisco (Tamarix spp.), la acacia (Acacia dealbata, Acacia melanoxylon, Robinia pesudoacacia), el eucalipto (Eucalyptus spp.), el chopo híbrido americano (Populus x canadensis), el pino de Monterrey (Pinus radiata), el pino negral (Pinus pinaster), el fresno americano (Fraxinus americana), la mimbrera (Salix viminalis) o el arbusto de las mariposas (Buddleja davidii); enredaderas como la vid (Vitis vinifera); cañas como la caña de Castilla (Arundo donax) o el bambú (Bambusa spp); y plantas acuáticas como la lenteja americana (Lemna minuta). Todas estas especies se habían expandido sobre los hábitats naturales y, en algunas áreas, habían provocado la reducción o desplazamiento de las especies autóctonas.
- Restauración del bosque de ribera. Tras la eliminación de las especies exóticas invasoras se procedió a la restauración del bosque de ribera con plantas autóctonas y características del hábitat a recuperar. Para ello se siguió el Manual de Hábitats de Galicia. La repoblación se llevó a cabo con especies como el sauce cenizo (Salix atrocinerea), el fresno común (Fraxinus excelsior), el arce blanco (Acer pseudoplatanus), el roble (Quercus robur) o el abedul (Betula celtiberica), todas ellas obtenidas a partir de material genético de origen local y compatible para evitar la contaminación genética. Las áreas de plantación elegidas fueron aquellas en las que se eliminaron especies invasoras así como áreas de discontinuidad que habían sido identificadas con anterioridad al proyecto. De este modo también se restituyó la función de conectividad natural en las riberas del embalse.
- Catalogación flora y fauna del embalse. En el marco de este proyecto, y mediante un convenio de colaboración de Emalcsa con el Grupo Naturalista Hábitat, se llevó a cabo una actualización del conocimiento de especies animales y vegetales que habitan en el embalse para conocer su estado ecológico. Este convenio, además, ha servido para recopilar los trabajos y actividades que este grupo naturalista desarrolló en el embalse desde el año 1979 (tres años después de su construcción), lo que supone prácticamente una historia no escrita de la evolución de este espacio natural en términos de naturaleza.
- Eliminación de focos de basura. En el entorno del embalse se detectó la presencia de residuos de diversa índole (alambradas, cables, electrodomésticos, materia orgánica, etc.) que afectaban al estado de conservación de los ecosistemas naturales y seminaturales de la zona. Todos ellos se retiraron de manera manual y se enviaron a un gestor de residuos autorizado.
- Retirada de un antiguo vallado. En varios puntos del contorno del embalse se mantenía un vallado antiguo y en mal estado (roto en algunos puntos y oxidado en otros) que ya no cumplía su función y que dificultaba la permeabilidad para las especies silvestres. Se procedió a su retirada.
- Instalación de paneles informativos. En el marco de este proyecto también se instalaron paneles de madera que ofrecen a los visitantes información acerca de la riqueza ecológica del embalse: especies de flora y fauna, etc.
El Life Fluvial concluyó en diciembre de 2022 pero las mejoras conseguidas en el bosque de ribera del embalse de Cecebre en el marco de este proyecto tendrán continuidad en los próximos años. Será ya con fondos propios de Emalcsa o con los que pueda conseguir en nuevas convocatorias de ayudas, pero siempre con el objetivo de proteger el bosque autóctono de ribera, uno de los principales factores de conservación de la calidad del agua que consumimos en A Coruña y su área metropolitana.