El 85,6% de los tramos del río Barcés está afectado por la presencia de especies invasoras y el 74% sufre la presión de especies forestales. Estas son algunas de los conclusiones del estudio ‘Bosque de ribera del río Barcés, un proyecto de futuro’ elaborado por un equipo de investigadores liderado por los doctores de la Universidad de A Coruña, María José Servia (miembro del comité científico-técnico de la Cátedra Emalcsa-UDC) y Jaime Fagúndez, y presentado el pasado viernes 2 de diciembre en la Facultad de Ciencias de la universidad herculina.
Los resultados presentados pertenecen a la segunda fase de este proyecto iniciado en 2021, coordinado por la Reserva da Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo y financiado por la Cátedra Hijos de Rivera-UDC. Para elaborar el informe se desarrolló un minucioso protocolo de recogida de datos centrado en la estructura del río, su naturalidad y su continuidad. Este protocolo se aplicó luego a los 12 tramos y 35 subtramos en los que se dividió el río objeto de estudio. Además, también se amplió el área de análisis a los embalses de Cecebre y Meirama para realizar una primera prospección.
Analizados los datos se evidenció una pérdida de naturalidad del río Barcés derivada de la presencia de especies invasoras (en un 85,7% de los tramos) y de la presión de especies forestales (en un 74,2%). Entre las primeras destaca la Tradescantia fluminensis (conocida como oreja de gato) encontrada en 14 de los 35 subtramos, y la Robinia pseudocacia (conocida como falsa acacia), encontrada en 7 de los 35.
También se detectó pérdida de continuidad del bosque a causa de gasoductos o líneas de alta y media tensión (en un 40% de los tramos analizados), y de carreteras (en un 37,1%); así como pérdida de estructura horizontal del bosque (en un 57,1% de los tramos) y longitudinal (en un 28,5%). Las canalizaciones o la presencia de residuos son otros aspectos que afectan a la dinámica del río.
Para solventar esta problemática el estudio plantea diversas medidas de restauración del bosque de ribera del Barcés, un hábitat que actúa como elemento protector de muchas especies y sirve como filtro de contaminantes y regulador de la calidad del agua. Por una parte se plantea eliminar los usos forestales y de presión agrícola que afectan al bosque. También reforzar la cobertura arbórea en lugares ocupados por infraestructuras para, de este modo, conectar los espacios con árboles que se encuentran aislados, así como crear una segunda fila de árboles en tramos en los que sólo hay una.
El proyecto iniciará ahora una tercera fase con el objetivo de ayudar a administraciones y propietarios a hacer un uso sostenible del río Barcés y su entorno para proteger este enclave tan importante tanto desde el punto de vista ecológico como desde el que concierne al abastecimiento de auga a A Coruña y su área metropolitana.