El 25 de septiembre de 2015, 193 países se comprometieron, como señala la Organización de Naciones Unidas, «a emprender un nuevo camino para mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás». Así nacía la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible, un documento formado por 17 objetivos (con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental) cuyo fin es, para 2030, poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas de todo el mundo.
«Estamos resueltos a poner fin a la pobreza y el hambre en todo el mundo de aquí a 2030, a combatir las desigualdades dentro de los países y entre ellos, a construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas, a proteger los derechos humanos y promover la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, y a garantizar una protección duradera del planeta y sus recursos naturales», señalaron los Estados en la resolución.
Seis años después de la adopción de los 17 ODS, el último informe de la ONU, publicado en 2020, destaca que se ha progresado en algunos ámbitos como la mejora de la salud maternoinfantil, la ampliación del acceso a la electricidad y el aumento de la representación de las mujeres en los gobiernos. No obstante, estos avances se han visto contrarrestados en todo el mundo por la creciente inseguridad alimentaria, el deterioro del medio ambiente y las persistentes desigualdades dominantes. La Covid-19, además, ha obstaculizado el progreso de los ODS y ha afectado en mayor medida a las personas más pobres y vulnerables del mundo.
El informe arroja datos preocupantes como el incremento de los efectos del cambio climático, la aceleración de la acidificación de los océanos, la degradación del suelo o el riesgo de extinción de numerosas especies.
Este estudio está elaborado por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, que cuenta con aportaciones internacionales y regionales, así como con los fondos, programas y organismos del sistema de Naciones Unidas. Además, estadísticos nacionales, expertos de la sociedad civil y profesionales del ámbito académico también colaboran en su elaboración.
En lo que respecta al ODS 6 sobre Agua Limpia y Saneamiento, el informe de la ONU señala que:
A pesar de los avances, 2.200 millones de personas carecen de agua potable gestionada de manera segura y 4.200 de saneamiento.
3.000 millones de personas carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos en el hogar.
Dos de cada tres centros de salud carecen de agua y jabón y de desinfectantes de manos a base de alcohol para combatir la Covid-19.
La escasez de agua podría desplazar unos 700 millones de personas para el año 2030.
Algunos países muestran un déficit del 61% para alcanzar las metas vinculadas al agua y al saneamiento.
Para seguir el progreso hacia la consecución del ODS 6 la ONU utiliza 11 indicadores: agua potable, saneamiento, higiene, aguas residuales, calidad del agua, eficiencia, estrés hídrico, administración del agua, transfronterizo, ecosistemas, cooperación y participación.
En el portal de datos de la ONU se puede consultar la evolución de todos los ODS, tanto a nivel global como en cada país. En lo que respecta al ODS 6, España está más avanzada que la media en todos los indicadores salvo en estrés hídrico: el 43% de los recursos hídricos renovables en España se está retirando, frente al 17% global.