Este martes 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, que este 2022 está dedicado al agua subterránea para resaltar su importancia y la necesidad de aplicar, con urgencia, medidas que la protejan. De ahí el lema de este año: ‘Agua subterránea: hacer visible lo invisible’.
Como apunta el Ministerio para la Transición Ecológica, el agua subterránea constituye la segunda reserva de agua dulce del planeta, sólo por detrás de los casquetes polares y muy por delante de los lagos y los embalses. Es uno de los recursos hídricos más valiosos. Y no sólo por su relevancia para el consumo humano. También lo es para la agricultura (según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el 43% del agua que se utiliza a nivel mundial para el regadío procede del subsuelo), para regular el flujo del agua de los ríos o para preservar a los árboles y la vegetación de la sequía (permite la transpiración y la fotosíntesis en las plantas).
El agua subterránea, además, es una reserva estratégica para combatir el cambio climático y los problemas de sequía y contaminación del agua superficial, como recordada hace unos años el coordinador de proyectos en el Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO, José Luis Martín Bordes.
Pero los acuíferos están en peligro debido al calentamiento global y a su sobreexplotación. Y para poner el foco en este grave problema la Onu decidió dedicarle el Día Mundial del Agua de 2022. “Dependemos en gran medida del agua subterránea que usamos todos los días, pero mucha gente no lo sabe. El Día Mundial del Agua 2022 tiene que ayudar a que las personas, la sociedad civil, el sector privado, las organizaciones internacionales y los gobiernos, es decir, a toda la comunidad internacional, vean que necesitan hacer que el agua sea más visible. Tenemos que trabajar juntos para que todos los países puedan gestionar de forma sostenible sus recursos hídricos”, ha asegurado Abou Amani, director de la División de Ciencias del Agua de la Unesco.
De hecho, según un estudio internacional publicado en 2019 por la revista Nature entre el 42 y el 79% de las reservas de aguas subterráneas del planeta en donde se está realizando una extracción insostenible no podrán mantener los ecosistemas acuáticos asociados para el año 2030.
En el caso de España, como señala el Ministerio de Transición Ecológica, el 46% de las masas de agua subterránea están en peligro por los residuos agrícolas y ganaderos. Esta circunstancia llevó a la Comisión Europea a advertir a España de que debía solucionar este problema y cumplir la normativa sobre nitratos. En Galicia, según un mapa de aguas subterráneas elaborado por el Ministerio de Transición Ecológica, sólo está en peligro un acuífero ubicado en Xinzo de Limia (Ourense).