Emalcsa, a través de la Cátedra Emalcsa-UDC, colaborará en el proyecto internacional ‘LAnd-Based solutions for PLAStics in the Sea’ (LabPlas) que desarrollará un consorcio de ocho países coordinado por la Universidade de Vigo que tiene como objetivo, según el IP de esta iniciativa, el catedrático de la universidad viguesa y director del grupo de investigación Ecotox, Ricardo Beiras, «reducir la entrada de plásticos en el medio ambiente».
Este proyecto, seleccionado en la convocatoria europea H2020 y que reúne a 16 socios, se pondrá en marcha este mes de junio con la recogida de muestras en diferentes lugares terrestres y acuáticos, tanto marinos como continentales. El único perteneciente a la Península Ibérica y el único también asociado a aguas destinadas al consumo humano será el embalse de Cecebre, enclave fundamental en lo que respecta al abastecimiento de agua a A Coruña y a su área metropolitana. Aquí es donde la Cátedra, a través del Instituto Universitario de Medio Ambiente de la Universidade da Coruña, colaborará en tareas de análisis del agua para determinar el posible efecto del aporte de microplásticos y de aditivos químicos al agua potable. En concreto se estudiarán os ríos Mero y Barcés, el propio embalse, la continuación del Mero hasta su desembocadura en la Ría del Burgo y, finalmente, el entorno de la AP-9, ya que esa zona también recibe microplásticos que se desprenden de las ruedas de los coches por la fricción con el asfalto.
La recogida de muestras también se llevará a cabo en el Mar del Norte y en los ríos Támesis y Elba, que desembocan en ese mar.
Uno de los principales focos de atención del proyecto serán los microplásticos. La naturaleza no los puede eliminar, por lo que los científicos centran sus esfuerzos en evitar que acaben en el medio ambiente después de la descomposición de envases, ropa… Para rastrearlos, los equipos de trabajo del LabPlas tomarán muestras de agua, sedimentos, suelos e incluso organismos que pueden ingerir microplásticos. Los investigadores monitorizarán la presencia tanto de macroplásticos (> 25 mm), como de mesoplásticos (5-25 mm), microplásticos grandes (1-5 mm) y microplásticos pequeños (1µm – 1 mm). Estas diferencias de tamaño constituyen una de los partes más complejas del trabajo, ya que los equipos de muestreo deberán emplear distintas herramientas para capturar cada uno de los tamaños.
Después de la recogida de muestras, que se desarrollará durante los dos primeros años, los datos recogidos darán lugar a modelos ambientales que tratarán de determinar los movimientos de microplásticos en el ambiente para saber donde abundan, si van al fondo del agua o son ingeridos por organismos… Con estos datos los científicos del LabPlas pretenden dotar a las administraciones públicas y a las empresas de una herramienta, edificada sobre criterios científicos, que les permita desarrollar medidas que permitan combatir la contaminación por plásticos.